O delirio de colecho. Ambas son aceptables. La primera, porque me juré a mí misma que nunca practicaría el colecho, esa locura enfermiza de madres que no son capaces de separarse de sus retoños ni para dormir. Esa dependencia insana. Esa práctica a la que he sucumbido, o a la que Bebé ha conseguido de manera subrepticia que sucumbamos (de sobra es de todos conocido que los bebés de cinco meses manipulan a las madres con el bracito, la teta y el colecho).
Continuar leyendo “Delito de colecho”
Mi bebé es guapo
Mi bebé es rematadamente guapo. No sé qué leches han hecho en el IVI, no sé qué donante han escogido, alguna Miss por lo menos. Pero es un bellezón.
Además, se parece un poco a Marido… ¡y otro poco a mí!
¡Y esto es lo sorprendente!
Continuar leyendo “Mi bebé es guapo”
¿Duérmete niño?: La narcolepsia de mi hijo
Bebé duerme como un bendito. Eso es así. Podríamos ocultar que el óvulo ha sido donado… Pero no el esperma, ¡ah no! Porque en el dormir ha salido a Marido.
Bebé y Marido son de esas personas que siguen durmiendo a pesar de las horas que pasan, y una piensa que qué conciencia tan limpia tendrán. A veces creo que están despiertos y se hacen los remolones. Pero no.
Con las horas que duerme Bebé podría sacarme otra carrera. Y sin embargo no hago absolutamente nada de provecho.
Continuar leyendo “¿Duérmete niño?: La narcolepsia de mi hijo”
Habitación 711: Mi postparto hospitalario
[A mi mamá]
Mi postparto hospitalario duró desde el domingo 29 de julio hasta el miércoles 1 de agosto. En total fueron tres días.
Continuar leyendo “Habitación 711: Mi postparto hospitalario”